Cuando se combinan estos dos tratamientos, las ondas de choque preparan la piel y los tejidos para una mejor absorción de los productos inyectados en la mesoterapia. Las ondas de choque estimulan la circulación y la regeneración de los tejidos, mientras que la mesoterapia se enfoca en tratar áreas específicas con principios activos. Esto puede ayudar a:
- Mejorar la celulitis: Las ondas de choque aumentan la circulación y la mesoterapia puede introducir sustancias que deshacen la grasa acumulada.
- Reducción de grasa localizada: Ambas técnicas pueden trabajar sobre las zonas específicas donde hay mayor acumulación de grasa.
- Mejorar la firmeza y elasticidad de la piel: La mesoterapia ayuda a nutrir la piel y las ondas de choque estimulan la producción de colágeno y elastina.